miércoles, 31 de enero de 2007

Entrega el GDF a viejitos fantasma $253 millones


El Gobierno del Distrito Federal entrega anualmente unos 253 millones de pesos por medio de la tarjeta Sí Vale a ancianos que ya fallecieron o que simplemente no es capaz de localizar. Lo anterior se desprende de diversos informes denominados “Seguimiento de Programas Prioritarios”, elaborados por la Contraloría Interna en Servicios de Salud Pública del Distrito Federal (CISSPDF). En el documento, identificado con la clave 41GI, se informa que para, entre otras razones, verificar “el cumplimiento del proceso de control interno” de los programas de becas y de medicamentos gratuitos, la CISSPDF aplicó una encuesta en la que tomó como base una muestra estadística de dos mil 748 beneficiarios. Así, encontró que de los 372 mil adultos mayores que apoyaba con una beca, un seis por ciento eran “no localizables” y otro dos por ciento ya habían fallecido. Los beneficiarios que se hallaban en los supuestos anteriores representan el ocho por ciento del padrón de beneficiarios; es decir, suman unos 29 mil 760 viejitos quienes perciben anualmente, en su conjunto, 253 millones 198 mil pesos. Si bien esta situación la reportaba la CISSPDF desde el 30 de junio de 2005, en sólo tres meses determinó ya no dar seguimiento a sus mismos datos ni ordenar la realización de una auditoría a fondo. Por ello, dos informes de seguimiento posteriores, el identificado como el 43GI —con fecha 30 de diciembre de 2005—, y el correspondiente a la actividad de supervisión anual, la CISSPDF ya no da cuenta de las anomalías anteriormente referidas. metodologías. Por el contrario, se observa que la metodología que mostró las anomalías anteriormente referidas fue cambiada: ahora en vez de aplicar la encuesta a dos mil 748 adultos mayores, la levanta sólo con 382 beneficiarios. Aún así, vuelve a toparse con la incapacidad de encontrarlos a todos. Sólo halla a 329, por tanto 13.9 por ciento no son localizados. Si se considera que se trata de una muestra estadística representativa, esta cifra implicaría que 51 mil beneficiarios serían no localizables. En el documento que informa sobre la actividad de control del cuarto trimestre, firmado por la contralora interna Teresa Monroy Ramírez, aparece además la referencia a un oficio enviado por el Director de Promoción de la Salud y Atención al Adulto Mayor —encargado del programa—, en el cual se plantea consideraciones para interpretar los datos obtenidos. La funcionaria lo reseña de la siguiente forma: “Mediante oficio DPSAAM/2543/05 de fecha 13 de diciembre de 2005, el C. Ricardo Gallardo Hernández, Director de Promoción de la Salud y Atención al Adulto Mayor, manifiesta a este Órgano de Control Interno que en el Informe del tercer trimestre de 2005, correspondiente a la Actividad 42GI “Programas Prioritarios”, se detecta una variación con respecto al total de las entrevistas realizadas a los adultos mayores que fueron localizados en su domicilio y de los que no fue posible su localización por diversas circunstancias”. En el informe del cuarto trimestre y el anual, la Contralora estima que el encargado de la entidad a la que supervisó tiene razón: “se debió tomar en consideración a 329 adultos mayores que sí contestaron el cuestionario, lo cual representa el 100 por ciento de las personas entrevistadas”. Por ello agrega: “Por lo anterior, se procederá a girar el oficio correspondiente, mediante el cual se aclara que efectivamente se tomó como base para el cálculo la cantidad de 382 adultos mayores, incluyendo a los adultos mayores que no fueron localizados por diversas circunstancias, estimando que es correcto lo indicado por la Dirección de Promoción para la Salud y Atención al Adulto Mayor”. Inconsistente el convenio con la empresa que maneja el dinero.

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